-->
Lee Miller y
sus amigos
Lee Miller fotografiada por Man Ray en 1930. |
Lee Miller es uno de los casos más claros de los distintos avatares por los que pasa la carrera de una mujer artista y de sus condicionantes de género. Quien la hubiera conocido en los años setenta tan solo hubiera reparado en una mujer antaño atractiva y ahora esposa de un famoso crítico de arte, Sir Roland Penrose. En cambio en estos momentos dispone de varias biografías, diversos documentales sobre su vida y obra (uno de los cuales se proyectó en la Filmoteca de Catalunya con gran éxito) y sus fotografías han sido expuestas en numerosas exposiciones. La que nos ocupa, Lee Miller i el Surrealisme a la Gran Bretanya, constituye un tema híbrido, pero el conjunto se ve espléndidamente bien.
El surrealismo
en Inglaterra no es un apartado especialmente brillante de este movimiento , como
lo fueron ,en cambio, el español, o el
checo . Llegado tardíamente, fueron la
Mayor Gallery en 1933 y la Zwemmer Gallery
en 1934 las primeras en mostrar a estos artistas . Pero fue la sobre todo la Exposición internacional de Surrealismo en las New Burlington Galleries ,en 1936, organizada
por Roland Penrose y David Gascoyne -y
en donde Salvador Dalí por poco se ahoga leyendo su conferencia enfundado en
una escafandra de buzo - cuando se vieron casi 400 obras de primera magnitud, entre
otras de Miró, Ernst, Dalí, Dora Maar, Man Ray, o Giacometti .
En cuanto a Lee,
había entrado en la esfera surrealista
al ser la amante de Man Ray en París ,en donde frecuentó a Picasso y a Cocteau pero
sobre todo, en donde aprendió la técnica fotográfica con la cual conseguiría espléndidas obras. Su
mirada surrealista está presente en los
cuerpos femeninos fragmentados, en las cabezas flotantes como surgidas de una
aparición o de un sueño, -aislando los retratos en un profundo negro de fondo- así
como en ciertas fotografías de guerra –sus famosas dos mujeres con mascaras
antigas- o en retratos de amigos como el de Man Ray afeitándose o el de Humphrey
Jennings junto a un humo inquietante .
Cuando Lee Miller decidió volver a París en 1937 conoció a Roland Penrose quien
la invitó a Cornualles en casa de su hermano, junto con Man Ray y su nueva
novia, Ady Fidelin, Max Ernst y su nuevo amor, Leonora Carrington, Paul y Nusch
Eluard, Eileen Agar i Joseph Bard y E. L.T. Mesens. Hay fotos de esta estancia,
pero no de sus juegos eróticos múltiples –pudeur
oblige- aunque sí del ambiente lúdico y amistoso reinante, que continuó
aquel verano en el Sur de Francia con Picasso y Dora Maar. En este mismo año se
organizó la Exposición de objetos y
poemas surrealistas, en la London Gallery, de la que pueden verse la extraordinaria
mano con un brazalete hecho de dientes, obra de Lee Miller, el famoso Teléfono
afrodisíaco de Dalí , la Maquina de
escribir onanista o el precioso Sombrero
con guantes , una obra conjunta de Eileen Agar y la modista Elsa
Schiaparelli.
Durante la Segunda Guerra Mundial Lee estaba en Londres
, trabajando para la revista Vogue en
retratos y fotografía de moda hasta que por fin, por ser norteamericana, se le
concedió el permiso para ser corresponsal de guerra. Ella volvió con 35 rollos
de película y fotografió los ataques aéreos, los heridos y la Liberación de
París. Siguiendo a las tropas aliadas, fue una de las primeras en fotografiar
los campos de Dachau y Buchenwald ; no están aquí sus fotografías más
impactantes pero sí la que su compañero Dave Scherman ,corresponsal para Life
Magazine, le hizo a Lee metida en la bañera de Hitler.
Pero la
exposición es mucho más, y hay que destacar las piezas del primer Henry Moore, como
su Figura reclinada y sus dos
pequeñas esculturas con hilos, ambas de 1939.De Eileen Agar, de quien siempre
se ven poquísimas obras,puede verse su Angel
of Mercy , aunque no su Angel of
Anarchy ,su obra más famosa (que está en la Tate Gallery) . De Roland Penrose hay varios collages ,varias
pinturas y su escultura El último viaje
del Capitan Cook. Pero sobre todo sobresale
la Pastoral de Leonora
Carrington y los espléndidos La Joie de vivre y Solitary and Conjugal Trees de Max Ernst. La Fundación Miró decidió
ampliar la muestra con otras obras del surrealismo, y en esta selección hay que
destacar un Picabia (aunque, ¿hasta que punto es considerado surrealista? pero el
dibujo es excelente), Grajo y excrementos de Maruja Mallo y
dos fotografías de Dora Maar.
Lee Miller fue
violada de niña y vio con sus propios ojos todo el horror del holocausto. Estos
traumas, que obligatoriamente cambian la vida de una persona, la empujaron a un
distanciamiento emocional primero y al alcoholismo después. Pero no anularon ni
su simpatía, ni su energía, ni su espontaneidad. Y sobre todo, no anularon su
talento creativo, que fue mucho y que su hijo Tony Penrose se cuida
perfectamente de reivindicar.
Victoria
Combalía
*Artículo publicado en el Quadern de El País 29.11.18